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Una de las características habituales de la serie literaria juvenil Goosebumps (conocida en español con el nombre de “Pesadillas” y “Escalofríos”) del norteamericano R.L. Stine es el hecho de que cada tomo corresponde a una historia auto conclusiva, apareciendo en ella personajes distintos de una aventura a otra.
Pese a ello dentro de esta saga podemos encontrar mini-series como por ejemplo “Sangre de Monstruo” protagonizada por los mismos personajes y de la cual el autor publicó cuatro aventuras.
La tercera entrega de “Sangre de Monstruo” vuelve a estar protagonizada por Evan Ross junto a Andrea “Andy” aunque a ellos se le suma Kermit, el primo pequeño de Evan.
En la trama este nuevo personaje resulta de suma importancia, pues además de ser un genio combinando fórmulas químicas para crear las sustancias más extrañas que se puedan imaginar también resulta ser un auténtico gamberro y con un carácter sumamente irritable.
A ellos se les añade el matón del barrio llamado Conan Barber y apodado como “Conan del Bárbaro” por tratarse del chico más grande y malo de toda Atlanta, personaje que tendrá su importancia en el desenlace de la historia y que hace recordar a los gemelos Rick y Tony del primer episodio.
Con la intención de dar un escarmiento a Kermit, Evan y Andy deciden utilizar de nuevo la misteriosa sustancia aunque como es de esperar las cosas se les escapan de las manos hasta acabar de forma desastrosa, pues tragándose accidentalmente la materia verde Evan empieza a crecer desmesuradamente hasta convertirse en un gigante de más de dos pisos de altura. Esta situación es muy similar a la que ocurrió en la primera novela con el perrito Trigger y en la segunda con el hámster Cuddles.
Como en la mayoría de títulos de la colección la historia cumple perfectamente el cometido de entretener con una trama que se va siguiendo sin dificultad. No obstante al recurrir a personajes y situaciones conocidas la frescura del texto se ve un tanto disminuida.
También al aparecer de nuevo la famosa Sangre de Monstruo, y demostrando los efectos conocidos en la primera y segunda novela de la serie, provoca que la sorpresa disminuya aunque como se ha comentado la historia continúa siendo entretenida sobretodo por los continuos y divertidos enfrentamientos entre Evan de Kermit. También la aportación de Andy con sus ocurrencias hace que la trama sea más ligera.
Dirigida hacia chicos y chicas de entre siete y doce años de edad, la lectura de esta novela se hace adecuada como lectura ligera en periodos vacacionales como por ejemplo el verano. La estructura narrativa no es compleja y además de un componente de terror bastante ligth se utiliza el recurso de la ironía y de un humor blanco sin expresiones malsonantes.
El libro que se ha utilizado para confeccionar esta reseña fue publicado en el año 1998 por Ediciones Primera Plana, S.A. en una edición análoga realizada por Ediciones B y caracterizada por tener la cubierta con los márgenes de color negro. A su vez la traducción del texto original publicado por Parachute Press fue realizada por Sonia Tapia.
Por último comentar que en la actualidad la serie se sigue publicando aunque la editora encargada de ello es Editorial Hidra, comercializando los tomos en un formato de nuevo diseño y con una nueva traducción del ingles tanto al castellano como al catalán. |